EL VALOR DEL CARRO DEPENDE DE SU COLOR

 


Bogotá, octubre de 2024.- La elección de la tonalidad de su vehículo cobra una importancia que va más allá del gusto personal puesto que  puede representar incrementos en el valor de la compra, reparación, limpieza y reventa del vehículo.

Históricamente, el color blanco ha sido el más popular en la industria automotriz. Según datos de Axalta Coating Systems, en 2022, el 39% de los automóviles vendidos a nivel mundial eran blancos. Sin embargo, las tendencias actuales están evolucionando: los colores metálicos y tonos más llamativos están ganando cada vez más protagonismo en la elección de vehículos.

Según cifras de vehículos reparados y o repintados por las compañías aseguradoras en sus talleres aliados en 2023, entre las tonalidades más demandadas en el mercado automotor colombiano es el gris, que representa el 31% de las preferencias. Le sigue el blanco con 23%, mientras que el plata ocupa el tercer lugar con 19%.

En cuanto a los acabados, hay una clara inclinación hacia los tonos metalizados y perlados, los cuales aportan un toque de encanto a los vehículos. A pesar de esta tendencia hacia colores más neutros, también hay un notable interés por opciones más audaces, como el rojo diamante y el azul eléctrico, que destacan en las elecciones de los consumidores.

Colores más costosos en el repintado de piezas automotrices


Para determinar cuáles son los colores o tonalidades que sobresalen por su precio, CESVI Colombia realizó un análisis de los costos promedio de materiales empleados para preparar el color al repintar una pieza del vehículo. Centrados únicamente en la preparación del color, excluyendo variables como consumibles (cinta, plásticos para cubrir piezas, filtros, vasos de preparación, etc), el valor de mano de obra y costos asociados con el proceso de repintado.

Para poder hacer una comparación transversal sobre la pintura de los colores comprados en Colombia, se estudia la aplicación en un guardafango con dimensiones promedio de 0,52m² de área. Las tonalidades más habituales son los colores sólidos, que se caracterizan porque tienden a un costo inferior en comparación con tonalidades metálicas o perladas, ya que requieren un proceso de fabricación más complejo.

Además, el acabado también influye directamente en el precio porque estas últimas requieren más capas para obtener el color deseado.

No es una generalidad, pero se puede determinar que las tonalidades como el rojo son más costosas, seguidos por el gris y plata, mientras que blanco y negro suelen ser más económicos.

En este sentido se recomienda que el taller disponga de equipos y software de las marcas de pintura, que faciliten la identificación de las fórmulas exactas para mezclar tintas, perlas y otros insumos necesarios para alcanzar la tonalidad más similar al color original.

De esta manera, se contribuirá a reducir los reprocesos en el repintado debido a diferencias en el acabado. Además, es crucial considerar que, durante el proceso de repintado, cada fabricante de pintura proporciona recomendaciones que deben ser seguidas, incluyendo el número de capas según el poder cubriente, la distancia de aplicación, la viscosidad, la presión de la red neumática, entre otros factores.



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