GRAND PRIX DE BÉLGICA 2025 – PREVIA: SPRINT CON SALTO DE COMPUESTOS EN LAS ARDENAS

 

La segunda mitad de la temporada 2025 arranca en uno de los circuitos más clásicos: Spa-Francorchamps, sede del Grand Prix de Bélgica del 25 al 27 de julio. Tras las carreras de Shanghái y Miami, este será el tercer fin de semana del año en formato Sprint: una sola sesión de entrenamientos libres el viernes, seguida de la clasificación Sprint, con la carrera Sprint de 15 vueltas el sábado, seguida de la clasificación. Las 44 vueltas habituales del Grand Prix de Bélgica se disputarán el domingo. Es la segunda vez que este circuito acoge una Sprint, tras la de 2023.

Los compuestos

Para este evento, Pirelli ha elegido tres compuestos para seco que no son consecutivos: el Duro es el más duro de la gama 2025, el C1, pero luego se da el salto al Medio (C3) y al Blando (C4). Esto no ocurría desde el Grand Prix de Australia de 2022, cuando el trío estaba formado por el C2 como Duro, el C3 como Medio y el C5 como Blando.

El nuevo compuesto es el Duro, ya que el Medio (C3) y el Blando (C4) son los mismos que el año pasado. Según las simulaciones, este trío debería hacer aún más competitiva la estrategia de dos paradas en la carrera del domingo, a la vez que añadiría un mayor grado de incertidumbre a la gestión de neumáticos durante el fin de semana, especialmente al tratarse de una prueba Sprint, con solo una hora de entrenamientos libres y una asignación diferente de neumáticos de seco. Con este formato, el reglamento estipula un juego de neumáticos menos que en un fin de semana normal: cada piloto dispone de 12 juegos: seis de Blando, cuatro de Medio y dos de Duro. Además, el neumático Medio es el único permitido para las dos primeras partes de la Clasificación Sprint, mientras que el Blando debe usarse en la tercera. El circuito se encuentra en el bosque de las Ardenas y es famoso por su clima cambiante, incluso entre zonas de la pista e incluso en pleno verano. Por lo tanto, es posible que ambos tipos de neumáticos para lluvia, el Intermedio y el Extremo, entren en juego durante el fin de semana.

El circuito

Spa-Francorchamps ocupa el cuarto lugar en la lista de circuitos que han albergado más rondas del campeonato mundial, incluyendo la primera temporada, hace 75 años. Es uno de los trazados más espectaculares, muy popular entre equipos y pilotos debido a su complejidad técnica y los desafíos que presenta. Es el trazado más largo del calendario, superando los siete kilómetros por cuatro metros. Sus tres sectores tienen características muy diferentes: el primero es el más rápido e incluye las probablemente curvas más famosas, Eau-Rouge y Raidillon, tras las cuales se encuentra una larga recta y la zona de frenada al final ha sido escenario de adelantamientos épicos; el segundo es más revirado, con una mezcla de curvas de velocidad media, varias de ellas en bajada; el tercero es más fluido, con una ligera pero notable pendiente. Encontrar una puesta a punto competitiva para los tres sectores es una tarea ardua, y a menudo ocurre que los coches son rápidos en un sector y lentos en otro. Antes del Grand Prix del año pasado, se reasfaltó gran parte de la pista para aumentar el agarre y suavizar algunos baches. Esto redujo considerablemente la abrasión y, al haber más agarre, los tiempos de vuelta fueron significativamente más rápidos.

Palabra clave: TWI (Indicador de Desgaste de la Banda de Rodadura)

TWI son las siglas de Tread Wear Indicator (Indicador de Desgaste de la Banda de Rodadura). Al igual que los neumáticos de carretera, los slicks de Fórmula 1 cuentan con un indicador físico para medir el desgaste de la banda de rodadura. En su superficie se encuentran seis pequeños orificios cilíndricos distribuidos a lo ancho del neumático, con profundidades variables según su posición. Están numerados del uno al seis, y el primero se encuentra en el borde interior del neumático. Al final de cada sesión, se raspa la superficie donde se encuentran estos TWI con una herramienta especial para eliminar los residuos y dejar al descubierto los orificios. Los ingenieros de Pirelli insertan un medidor de profundidad en cada uno de los cuatro neumáticos y miden el desgaste de la banda de rodadura. Estos datos se comparan y, a partir de ellos, se crea una escala de porcentaje de desgaste para todos los neumáticos de todos los coches, comenzando, obviamente, desde cero en el caso de un neumático nuevo. Los equipos reciben datos de sus coches junto con recomendaciones para el uso de neumáticos en largas distancias.